jueves, 11 de octubre de 2007

Pincheguey: La Brujula Humana



A lo largo de la historia universal se ha mencionado una gran cantidad de acontecimientos protagonizados por grandes guerreros que se han mantenido vivos a lo largo del tiempo gracias a los historiadores que han dejado evidencias escritas sobre ellos. Sin ir más lejos, en la historia de chile, no podemos dejar de mencionar a grandes como, Carrera, O’higgins, Rodríguez, Prat, entre otros, a los cuales le conocemos perfectamente sus grandes logros después de siglos de haber sucedido. A través de esta historia quiero dejar un testimonio de un héroe del cual nunca se ha hablado antes, un héroe de descendencia mexicana contemporáneo a nosotros, que al igual que Aquiles cuando se abrió paso a punta de espada ante el ejército troyano para derrotar a Héctor, este valiente chileno de sangre azteca es el personaje principal de una heroica historia llena de suspenso la cual nos deslumbrara con sus asombrosas virtudes.
Es un verdadero honor para mi, poder contar esta travesía, la cual pasara de generación en generación y le demostrara a nuestros descendientes que no era necesario derramar sangre para poder llegar a ostentar el titulo de héroe, sino mas bien un profundo espíritu aventuro acompañado de un agudo sentido de la ubicación.
Otro de los objetivos que me impulsan a escribir la historia, es que al final de esta, ustedes tomen conciencia de que tuvieron el privilegio de vivir en la época de Pincheguey, el gran guerrero.
Cada año en la universidad de Talca se realiza la famosa melonada, que vendría siendo una especie de bienvenida a los nuevos alumnos con el fin de sociabilizar y producir un acercamiento con los alumnos de cursos mayores. En la melonada del año 2007 y ya con dos de estas en el cuerpo, fuimos como siempre al encuentro, pero esta vez no fue en el típico patio de la disco, sino, en la cancha de fútbol de la U, dando rienda suelta a los mas bajos instintos de cavernícolas de algunos alumnos cuando por alto parlante dicen que el copete es gratis. Como siempre fuimos los primeros en llegar, y todo hubiese sido normal si al momento de irnos no nos hubiesen colgado un bulto proveniente de Rengo que se encontraba prácticamente al borde del coma etílico, obviamente este personaje había pasado con creces el umbral de los “4”, que en términos de melones, equivalen a 7 de estos ejemplares de tipo calameño.
Como buenas personas que somos, nos hicimos gustosamente cargo de este alumno que era comparado con una calculadora y no precisamente por su anatomía cuadrada. Lo llevamos a la casa, y por decisión propia quiso quedar tendido en el “patio” sobre un montón de papas, dando origen a la famosa “avenida las papas”.
Mientras él dormía, se desarrollaba un carretix en el living de la casa para afinar la apuesta a punto de la ida a la disco. El cuate mexicano no bebió mucho, ya que prefería la ingesta de productos proveniente de plantaciones colombianas, a diferencia de los demás que somos fieles consumidores de tragos producidos en la cuarta región.
Salimos de la casa alrededor de las ceros horas, y lo único que me llamo la atención, era que no hubiera sucedido nada fuera de lo normal hasta ese minuto, grave error de mi parte, ya que no tome en cuenta el desfase de horas que hay con la capital mexicana, lo que habría ocasionado un retraso en la aparición del guerrero azteca.
Antes de entrar a la disco dijimos lo mismo de siempre, “ya weon saquemos a bailar juntos”, acto seguido entramos a la disco y nunca mas nos volvimos a ver, y como andábamos con las copas pasadas, ninguno de los que vivíamos en Curico recordamos que el “pinche cabron” no tenia la menor idea de cómo volver a la casa.
Las cosas es la disco habían transcurrido con total normalidad, es decir, al día siguiente nadie se acordaba de lo que había pasado, y como era de costumbre, nos tomamos un tiempo para que los que pudiesen recordar algo, nos pudieran al tanto de todo lo que había sucedido, pero había algo extraño, faltaba uno de nosotros. Inmediatamente supimos que era pincheguey así que lo llame a su teléfono celular para averiguar su paradero. Los intentos fueron inútiles, pero repentinamente sentimos que tocaban la puerta tenuemente, si, era él, en un estado de deshidratación aguda. Después de tomar un poco de agua nos reunió para cantarnos lo que había sucedido.
Cuando eran ya las 4 de la mañana, pinche se encontró solo y abandonado en medio de la disco, después de darse un par de vueltas se topo con uno de nosotros, el cual le prometió que se iba a ir con él para la casa. Al pasar un par de minutos después de haber iniciado el viaje, el joven que estaba guiando a pinche le dijo que se tenía que desviar del camino para ir a dejar a una chiquilla, y como quedaba un poco lejos, pinche dijo que le indicaran el camino a la casa, que por lo demás, estaba exactamente a 4 cuadras. Después de haber avanzado 1 cuadra, el azteca se encontró con un par de amigos que estaban tomando en la calle, los cuales lo invitaron a servirse una cosita. Como mi amigo es un caballero, no pudo negarse a compartir aunque sea por un instante con sus amigos. Los minutos transcurrieron lentamente para pinche, pero para el mundo real que estaba a su alrededor, pasaron mas de unas cuantas horas.
Pinche tuvo un minuto de claridad cuando un rayo de sol golpeo sus rojizos ojos, así que decidió iniciar rumbo a la casa que en ese punto se encontraba ha 220 mts. Pero las cosas no eran tan fáciles como parecen, había un pequeño problema, el alcohol que por esos minutos circulaban por su cuerpo había llegado al cerebro ocasionando que toda la información que fue recibida mientras se encontraba alcoholizado, había sido completamente olvidada. Como pinche confiaba de sus instintos animales, decidió caminar para ver si hallaba la casa. El problema fue mayor cuando después de 2 horas de caminata ininterrumpida, no se encontraba con esta , la cual para una persona que se encontrara con sus 5 sentidos funcionando, estaba a no mas de 10 minutos. La única idea que se le vino a la cabeza a pinche era buscar un punto de referencia, para de esta forma encaminar el nuevo rumbo. Hay que mencionar que pinche en su pieza tiene un póster gigante de Cristóbal Colon, lo cual deja en evidencia su simpatía con el descubrimiento de nuevos territorios. Después de sortear exitosamente el cruce de una de las poblaciones mas peligrosas de Curico, incluso burlando a una jauría de perros que intentaron devorarlo, pinche se vio enfrentado a un torrentoso río imposible de cruzar, así que camino por la orilla hasta encontrarse con un extraño puente colgante, del cual solo se tenia referencia en libros de mitos urbanos de la zona. Al estar ya del otro lado, pinche miro por encima de su hombro y supo que no había marcha atrás, tenía que seguir caminando, y lo hizo. La gran sorpresa se la llevo cuando se encontró frente al “easy”, si , el mismo que queda camino a Talca, sin agua, sin comida y sobre todo, sin ganas de seguir caminando. Lo único que podía hacer era dirigirse a la universidad para tomar un descanso antes de volver a la casa de los guanipas, pero lo que el no imaginaba, era que al llegar a la U, iba a recibir la mayor burla que ha recibido en su vida. Al aparecer frente a la garita de los guardias, a las 7 de la mañana, a medio morir saltando, los guardias sorpresivamente empezaron a reírse en su cara por la presunta “tallita” a la cual se había expuesto el “cuate mexicano”
El mito dice que cada vez que algún estudiante se encuentra desorientado por causas del alcohol, justo frente a su nariz, se aparece la silueta de un delgado hombre que viste solamente de un tapa rabos y un gran sombrero, el cual te guiara, aunque sea por el camino mas largo, a tu dulce hogar.

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